ECONOMIA Y SOCIEDAD EN INTERNET
2 de julio, 2002

LA VERDADERA BUENA ONDA
por José Piñera

Leo que para el Presidente Lagos el desnudo colectivo del Parque Forestal fue una expresión de "buena onda" y que para otros fue un "gesto liberal". Que confusión.

Ser "liberal" (o libertario en la terminología que comienza a imponerse en el Norte) es afirmar la libertad individual –la ausencia de coerción estatal-- como valor fundamental en el ámbito de las políticas públicas (por supuesto, bajo la aceptada restricción de que "la libertad de mi mano termina donde comienza tu nariz").

En la medida que se solicitó permiso a la autoridad para usar el espacio público un domingo a las 7am, me parece razonable concederlo, ya que la libertad de algunos para quitarse la ropa en un "acto artístico" en nada atenta contra mi libertad de no asistir al acto. En otras palabras, no apruebo que, en esas circunstancias como en tantas otras, el Estado use la fuerza (la policía) para restringir la libertad individual.

Pero un asunto enteramente distinto es la negativa opinión que tal acto me merece.

Se está extendiendo en el mundo la errada creencia de que ser "liberal" es no tener opiniones ni convicciones, o tenerlas todas "blandengues", o sentirse obligados a callarlas o a expresarlas atenuadas con muletillas como "si bien es cierto, no es menos cierto". Todo lo contrario.

Adoro mi libertad --y defiendo la de los demás-- precisamente porque puedo usarla para afirmar, con tanto respeto como pasión, lo que considero bueno, y noble, y sano.

Era libre para participar en la fotografía del Parque Forestal, pero no lo hago porque lo considero vulgar y grosero.

Soy libre para ver películas pornográficas, pero no lo hago pues para mí son la negación del romance y la dignidad.

Soy libre para aceptar la marihuana ofrecida en una fiesta, pero considero la droga tan perniciosa y escapista que la rechazo, y prefiero no compartir con personas así disminuidas.

Basado en mi experiencia recorriendo el mundo, quisiera enfatizarle a los jóvenes que la verdadera "buena onda" está en estas palabras de San Pablo en su carta a los Filipenses: "Por lo demás hermanos, fíjense en lo que encuentren de verdadero, de noble, de justo, de limpio, en todo lo que es hermoso y honrado. Fíjense en cuanto merece admiración y alabanza... y el Dios de la Paz estará con ustedes".

 

 

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